¿QUÉ
ES SER MÚSICO? |
Músico, es la persona que conoce el arte de la música o
lo ejerce, especialmente como instrumentista o compositor. Por lo menos
esto es lo que dice el diccionario de la RAE. Pero ser músico no
es sólo eso, para unos es su profesión, el día a
día; para otros una obligación impuesta por los padres,
deseosos de educar a sus hijos en la música. Otros lo tienen
como una tradición familiar, y también están los
que lo toman como un hobby.
Para mi fue un hobby mezclado con un poco de obligación paterna,
por qué negarlo. Todo empezó a los cuatro años,
una edad para ir al colegio y a jugar al parque. Pero además me
empecé a dedicar a dar golpes sobre tambores y demás
instrumentos de percusión comenzando a sentir qué era
aquello de la música. Pero sin duda, uno de los mejores
recuerdos que guardo fue cuando tan solo con seis años me
incorporé a la banda de música a seguir dando golpes
sobre el diminuto tambor que me prestaron y que todavía recuerdo
en mi memoria.
Pero no solo de un hobby nace mi simpatía hacia la
música, porque mucho antes que yo, mi abuelo ya formaba parte de
la banda de música de la que soy músico al igual que mi
hermano. Y de la que mi abuelo todavía goza
viéndonos y escuchándonos haya donde actuemos. Como
decía, la música también ha sido un referente en
la vida de mi abuelo. Durante la guerra civil perteneció a la
banda de música del bando que defendía, lo que le supuso
salvarse de estar en primera línea de batalla donde fueron
muchos los civiles que cayeron. De ahí la importancia de la
música en su vida. De todas las batallitas de su vida que me
cuenta, tiene una que guarda con tristeza. Durante la Guerra eran
muchos los instrumentos de músicos que fueron robados, entre
ellos, una caja de madera, llena de instrumentos pequeños de
percusión, que él guardaba con cariño.
Se puede decir que estamos en una comunidad en la que la fiesta es un
referente, ya que contamos con multitud de ellas: moros y cristianos,
hogueras, fallas, fiestas patronales, fiestas locales... en las que una
parte importante la forma la música que ameniza los desfiles con
sus marchas, la “cremà” con su himno,... y todos los diversos
actos.
Y otro aspecto de la música es un certamen de bandas de
música. La ilusión con el que se prepara dos meses antes,
la tensión de los últimos ensayos para juntar cabos y que
todo quede perfecto. El nerviosismo del día de la
actuación, la concentración en el momento de salir al
escenario y esperar a que el director levante la batuta. Las miradas de
complicidad entre director y músicos para que todo esté
preparado para empezar, y gozar de la música que con gran
ilusión se ha estado preparando para esa cita. La experiencia me
brinda un número considerable de certámenes, pero
todavía tengo la misma ilusión que el primer día
que actué en uno de ellos. Unas veces se gana y otras no;
¿por qué decir se pierde?, no es justo que se diga de una
banda de música que ha perdido un certamen, con lo que cuesta
prepararlo, queda mejor no ha ganado. Tristeza y desilusión es
lo que se siente al no ganar y por otro lado cuando ganas, rompes a
gritar como un descosido, la alegría se desborda, te encuentras
con los músicos, todo son abrazos y saltos de alegría,
los comentarios de los simpatizantes, (“ya os lo dijimos”, “tocasteis
muy bien”, “enhorabuena”...). La vuelta al pueblo, bajar del
autobús, la ovación de todos los socios y simpatizantes,
el pasacalle por las calles del pueblo. El escuchar luego la
grabación y con el paso de los años decir, -“eso que
suena lo grabé yo”.
En fin, un sentimiento.
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